Muchos ya habréis oído hablar del Slackline, que consiste en hacer equilibrios sobre una cinta (que puede tener un grosor variable) sujeta a dos puntos fijos. Es lo más parecido al funambulismo callejero. :P
Como yo digo siempre, hay gente para todo, y claro, lo de hacer malabarismos en una cinta está bien, pero si lo puedes complicar un «poquito» más, pues mejor. Así que estos tipos deciden que hay que inventar algo nuevo, y suben la altura de las cintas, hasta el punto que lo divertido es hacer slacklining entre dos montañas, es decir, nace el HighLining.
by Jimmy Chin / National Geographic
Y luego llegan unos locos franceses y deciden darle una vuelta más de tuerca al tema con este impresionante documental «I Believe I can Fly ( flight of the frenchies )«:
Si después de ver el vídeo, todavía no sientes el vértigo en la piel, eso es que claramente no tienes miedo a las alturas. Feliz fin de semana.
Sandra dice
Uff… hay que fastidiarse. Esa gente tiene una visión de la vida muy diferente a la mía atreviendose a hacer esas cosas eh.