El accesorio tecnológico que os mostramos hoy nos recuerda a un capítulo de la fabulosa serie británica Black Mirror, aunque en este caso sin aspectos distópicos. Se trata de una cámara que ha inventado una compañía japonesa llamada Neurowear y que es capaz de sacar fotos de manera automática (y sin que muevas ni un dedo) de todo aquello que nos gusta.

¿Y cómo lo consigue? Leyendo la actividad eléctrica de nuestro cerebro o en otras palabras, y como dice la compañía, detectando nuestras emociones. La Neurocam, que es como la han bautizado, lleva un sensor que mide la actividad eléctrica del cerebro ante un determinado estímulo y mediante unos algoritmos (que no sabríamos explicaros aquí…) finalmente lo traduce en porcentajes: si nuestra actividad cerebral sube hasta el 60%, la cámara interpreta que es algo que nos gusta o nos llama la atención y comienza a grabar automáticamente un GIF animado de 5 segundos.

No es raro que la Neurocam nos llegue de esta empresa que lleva tiempo haciendo gadgets relacionados con la detección de actividad eléctrica de nuestro cerebro. De momento es un prototipo que necesita un smartphone con una aplicación propia para funcionar, pero quieren convertirlo en un dispositivo más autónomo y pequeño al más puro estilo de las Google Glass. Y más les vale si quieren tener éxito comercial porque, siendo sinceros, el hecho de llevar nuestro smartphone colgado sobre la cabeza continuamente no parece demasiado cómodo.
Y puestos a buscarle las vueltas a este gadget, además de las aplicaciones que todos imaginamos como capturar en imagenes sin ningun esfuerzo los recuerdos más importantes de nuestra vida, se nos ocurren otros usos que harían correr ríos de tinta en forma de historias de ciencia ficción, desde proporcionar pruebas para juicios, hasta descubrirnos gustos o secretos de nuestra pareja o amigos o incluso nuestros gustos ocultos.