Fitbit presento hace unos meses su nuevo dispositivo llamado Fitbit Force. Es un dispositivo que se coloca en la muñeca y realiza mediciones de nuestra actividad física diaria (basicamente como todos los anteriores productos de Fitbit). La gran novedad (entre otras) es que el nuevo Fitbit Force incorpora una pantalla y se puede enlazar con nuestro smartphone para hacer las veces de smartwatch.

Por si alguno necesita saber de qué estamos hablando, os hago una mini descripción: estos dispositivos, por medio de acelerómetros y un pequeño software son capaces de medir nuestros movimientos y analizarlos para identificar cuanto ejercicio realizamos al día. Es decir, que son los podómetros de toda la vida pero mas listos, mucho más listos en realidad.
Por supuesto, la gran duda no sólo es si el nuevo Fitbit Force es un buen dispositivo, que lo es, sino que es inevitable compararlo con el anterior producto de la misma marca y que salió al mercado a principios de este año: el Fitbit Flex. Ambos tienen el formato pulsera, ambos son capaces de medir nuestra actividad física diaria y ambos pueden medir también la calidad de nuestro sueño.
Durante la comparativa voy a hablar por encima de las características del nuevo Fitbit Force pero sin entrar en detalles. Si queréis una revisión más detallada del producto podéis buscar en los miles de blogs de tecnología que ya han analizado el dispositivo a fondo.
Diseño/Forma
Seamos claros, ambas pulseras son feas, aunque podría ser peor. La pulsera Flex es bastante más estrecha que la Force y por tanto consideramos que es un punto a favor en cuanto a estética. también es más ligera lo que puede ayudar a que moleste algo menos con el paso de los minutos, pero ninguna de las dos se pueden considerar incómodas.
Al estar hechas de goma (o similar) tenemos claro que con el tiempo se irán desgastando. Para la Fitbit Flex esto no es problema, puesto que el dispositivo es independiente de la pulsera, y con comprar un recambio tendríamos un Flex nuevo. El Force sin embargo es toda una pieza, y cuando se desgaste no podremos hacer nada más que comprar una nueva.

Por otro lado, el Fitbit Flex tiene un problema de durabilidad. Para cargarlo hay que sacar el dispositivo de su funda, y eso hace que vaya cediendo. Además el Fitbit Flex es sumergible hasta 10 metros, lo cual es genial, pero eso hace que no te lo quites nunca, y el agua se acumula en el interior de la funda y poco a poco esa humedad va desgastando la pulsera. Muchos usuarios del Flex después de unos meses de uso se quejan de que la pulsera huele realmente mal o que se les está rompiendo.
Hay que indicar aquí que el Force solo es resistente a salpicaduras, lluvia y sudor, pero no es posible ducharte ni bañarte con él. Un punto negativo para el Force que da un paso atrás respecto al Flex.
Usabilidad
Flex no puede ser más simple, un par de toques en la banda y se iluminará. Por supuesto el Fitbit Force es algo más complejo y dispone de un botón para ir cambiando los datos presentados en la pantalla.
A la hora de cargarlo, Fitbit Flex te obliga a sacarlo de su «funda» de goma, mientras que el Fitbit Force es una pieza completa, aunque ambos requieren que te los quites por un momento, claro.
Ambos dispositivos usan un sistema de carga propietario. Está justificado con la necesidad de hacerlos resistentes al agua (con un USB standard no sería nada fácil) pero sigue siendo un punto negativo de ambos.
Información
El Flex nos presenta la información utilizando unos leds que nos muestran en tramos de 20% lo bien o mal que vamos en nuestro objetivo diario. Obviamente, aquí el Force parte con ventaja también al disponer de una pantalla y aunque creemos que el sistema de leds del Flex está muy logrado, no puede competir con la información proporcionada por el Force.
Fitbit Flex incorpora los siguientes datos calculados por medio de su acelerómetro: pasos dados, distancia recorrida, minutos que estamos activos, calidad del sueño, horas dormidas y calorías quemadas.
Fitbit Force trae además de todos esos incorporado un altímetro. Esto te permite estimar el número de pisos (tramos de escalones) subidos durante el día. Para muchos este sensor es imprescindible, para otros no. En cualquier caso es una ventaja del Force disponer de la información.
Motivación
Siendo ambos de la marca Fitbit, los mensajes motivacionales se presentan más o menos en la misma proporción. La diferencia radica en que Flex nos ánima por medio de sus leds y Force directamente nos manda mensajes y vibra cuando logramos algún objetivo. Ambos cumplen bien esta función.
Sensor de Sueño
Ambos dispositivos tienen la capacidad de controlar la calidad de nuestro sueño. No parece haber diferencias entre uno y otro aquí.
Reloj
He querido dejar un apartado especial para la que es para mi la gran diferencia entre los dos dispositivos: el reloj.
Lo primero, te da la hora. Esto que parece una chorrada puede ser la justificación para que no sea pesado llevar todo el día la pulsera en nuestra mano. Y es precisamente lo que hace del Fitbit Force un gadget especial. No necesitamos llevarlo encima todo el día para medir lo que hacemos. Simplemente lo llevamos como llevaríamos cualquier otro reloj, con la ventaja de que este además nos va a dar una información muy valiosa sobre nuestra actividad al final de la semana.
Aunque el Flex no tenga reloj visible, si que tiene las alarmas silenciosas programables, es decir, la pulsera en lugar de hacer un sonido vibra en nuestra muñeca para avisarnos a la hora elegida. Perfecto para despertarnos sin molestar a la pareja.
SmartWatch
Cuando por fin incorporen las notificaciones desde los teléfonos android (anunciadas y disponibles pronto con una actualización de software), entonces Fitbit Force no solo se justificará como reloj y medidor de actividad, sino que además se convertirá en un sencillo smartwatch con una duración de batería excelente.
Como he intentado explicar antes, esta es para mi la gran diferencia con respecto al Flex. No necesito acordarme de llevar un medidor cuando salgo de casa, lo que llevo es mi reloj que además me presenta notificaciones conectado directamente con mi smartphone. Es algo útil en si mismo durante el resto del día que estoy sentado, no solo cuando me muevo.
Resumen
Fitbit Force es una evolución natural del Fitbit Flex. Podrían haberlo llamado Fitbit Flex 2 y nadie se hubiera extrañado. Creo que es un dispositivo que mejora al anterior en prácticamente todos los campos, con la excepción de no ser sumergible.
Sigue teniendo fallos que pueden hacerte dudar entre si comprar una pulsera de este tipo o no, pero si tienes claro que quieres un medidor de actividad y estás intentando decidirte entre el Flex y el Force, la decisión para mi está clara. El Fitbit Force debería ser tu elección.