El principal problema que tienen nuestros dispositivos móviles es la duración de las baterías, y aunque se han hecho muchos avances para reducir el consumo de los dispositivos, no se ha mejorado mucho la capacidad de las baterías propiamente dichas. Conseguir desarrollar una tecnología que incremente un alto porcentaje la capacidad de una batería sería un descubrimiento realmente importante en nuestro tiempo. Por eso, aparecen cada poco noticias sobre nuevos métodos de almacenamiento y mejoras en las baterías pero la realidad es que nosotros seguimos sufriendo con nuestras «obsoletas» baterías de siempre.
La razón principal es que muchas de esas noticias, o no son verdad o simplemente son teorías con poca aplicación en el mundo real. Sin embargo siempre mantenemos viva la esperanza de que un día, una noticia de estas pase de ser una teoría a poder utilizarla en nuestros smartphones, tablets y demás. Y por eso hoy vamos a hablar de un nuevo descubrimiento científico que promete, publicado en la revista Nature Chemistry: baterías convencionales que duran mucho más gracias a que se autorreparan.
La investigación se ha llevado a cabo por la Universidad de Stanford junto con Universidad Tsinghua de Pekín. Al parecer se han inspirado en la biología para crear una batería de ion de litio (el tipo que utilizamos actualmente) para hacer a las baterías capaces de reparar las grietas que se producen en sus superficie como resultado de su uso.
Como algunos sabrán, ha habido muchas otras investigaciones, la mayoría centradas en utilizar silicio para el cátodo de la batería para que almacene muchas más energía. Pero el silicio tiene un gran problema, y es que durante la carga de la batería este de se hincha hasta 300 veces su tamaño antes de descargarse y volver al estado «en reposo» lo que crea grietas que hacen que se rompa enseguida la batería. Es ahí donde entran estos investigadores con sus baterías autorreparadoras.
En la imagen de más abajo se puede ver unas imágenes publicadas en Nature en las que se puede ver como actúa un polímero creado por los investigadores de Stanford y Tsinghua que recubre el cátodo de silicio y que rellena las grietas del silicio de manera automática en su acción constante de dilatación y contracción. Para ello estos científicos han tenido que modificar algunos de los enlaces el polimero, creando estos sorprendentes resultados que hacen que la batería dure hasta 10 veces más.
Esperemos que este descubrimiento pase pronto a tener aplicación real en el mercado para que por fin se pueda avanzar en mejorar las baterías de nuestros dispositivos.