Todos los amantes de la ciencia ficción saben quiénes son los grandes maestros dentro de la larga lista de escritores que trabajan este género: Isaac Asimov, Ray Bradbury, Robert A. Heinlein, Philip K. Dick… y, sin duda alguna, Frank Herbert, el autor de Dune, la novela de la que vamos a hablaros hoy. El gran éxito de esta novela de Frank Herbert hizo que se crease toda una saga se libros y que se adaptara para el cine.
DUNE: la novela
Dune, publicada en 1965, es una de las novelas más destacadas de la ciencia ficción. De hecho siempre aparece en el Top 3 de mejores sagas de SciFi de todos los tiempos. ¿Por qué? Estas son algunas de las razones (ojo spoilers!).

Dune fue una de las primeras novelas en las que se mostraba una visión del futuro muy diferente de la que representaban otros autores. Para empezar, no incluía un mundo dominado por las máquinas y tecnologías ultra-evolucionadas. Era más bien todo lo contrario, el hombre no debía depender ni ser dominado jamás por las máquinas. En Dune la política, la religión y la ecología están fuertemente interconectadas.
Miles de años en el futuro, el hombre adquiere conciencia de que las máquinas podrían llegar a ser un peligro y se produce una revolución que ganan los que estaban en contra de un universo dominado por la tecnología. Así nace un nuevo orden en el que los seres humanos se mejoran así mismos para parecerse a las máquinas y no al revés. ¿Y cómo consiguen esto?, digamos que a través de una «droga».
El mundo se encuentra dominado por «familias nobles» entre los que están los Atreides y los Harkonnen, en quienes reside el poder político. Por otro lado tenemos una especie de religión en la que reside gran parte del conocimiento sobre los poderes de esta droga (llamada especia o Melange) y que está centrada en la manipulación genética del ser humano. Las sacerdotisas de este culto son las hermanas Benne Gesserit, tan peligrosas y temidas como necesarias y presentes en todas las esferas.

Pero sigamos hablando de la melange, la droga que permite a las Benne Gesserit y a algunos hombres disponer de unos poderes especiales e inimaginables para predecir el futuro, controlar las mentes, etc. Esta especia solo se puede extraer en un planeta denominado Arrakis o Dune, un desierto enorme en el que solo pueden vivir algunos hombres (los fremen) y dominado por unos gigantes gusanos de arena.
La lucha por el control de Arrakis desencadena una serie de acontecimientos, traiciones y conspiraciones en las que el principal protagonista es el hijo del Duque de la casa Atreides, Paul Atreides.

No os queremos contar más, por supuesto, para que os leáis el libro (bastante hemos destripado ya). Es una gran novela, no sólo de ciencia ficción sino de la literatura universal. A los que no les guste la ciencia ficción, puede que esta novela les haga cambiar de opinión. Hay que añadir que se han escrito a partir de la primera trilogía gran cantidad de novelas de Dune, aunque no todas escritas por Frank Herbert.
JODOROWSKY’S DUNE: el filme que nunca llegó a rodarse
Aunque la primera adaptación al cine de la novela de Herbert nunca llegó a rodarse, hubo en torno a ella tantos acontecimientos e ideas interesantes se creó un documental al respecto: Jodorowsky’s Dune. Este documental, estrenado en 2013, nos cuenta todo sobre esa película que nunca llego a ser (aunque nos encantaría que lo hubiera sido).

Alejandro Jodorowsky es un polifacético y excéntrico artista chileno que a mediados de los años 70 intentó, sin éxito, adaptar la novela de Herbert para el cine. Jodorowsky comenzó a preparar lo que sería la película más impresionante y de paso más cara de toda la historia. En ella intervendrían nada menos que Mick Jagger, David Carradine, Orson Welles y el mismísimo Dalí (en el papel del Barón Harkonnen). Por si fuera poco el tan espectacular como extraño elenco de estrellas, la película tendría como asesor estético a Moebius y una banda sonora compuesta por Pink Floyd. A cada uno de estos artistas y actores les prometió lo que fuera con tal de que interviniesen en la película. Uno de los casos más curiosos que relatan en el documental es el de Orson Welles, al que Jodorowsky tuvo que prometer toneladas de comida en su restaurante favorito todos los días que durase el rodaje.
Estas palabras del maestro Jodorowsky nos dan una idea de lo que pasaba por su mente en aquel momento: «Mi ambición era tremenda. Quería hacer algo sagrado, una película que diera las alucinaciones de LSD… sin tomar LSD. Una película para cambiar las mentes jóvenes de todo el mundo».
Con tantas expectativas creadas y tanta gente esperando una obra maestra todo se desinfló cuando, justo antes de comenzar el rodaje, la película de suspendió. Aunque en aquel entonces tuvo que ser una gran decepción, sin duda ahora el documental de este Pre-Filme resulta casi tan fascinante como su posible culminación.

Sin embargo, todos los bocetos e ideas que se prepararon para el Dune de Jodorowsky tuvieron gran influencia en el cine de ciencia ficción posterior, especialmente en la película Dune, de David Lynch. Una interesante película que se estrenó en 1984 y de la que quizá os hablemos en otra ocasión.