Científicos del MIT Media Lab han creado una cámara que puede realizar capturas a nada menos que la velocidad de la luz. Se presentó el año pasado en la feria Siggraph Asia en Hong Kong.
Esta cámara revolucionará el mundo de la imagen. Por ejemplo en los coches mejoraría los detectores anti-colisión, mejoraría de manera radical los sistemas de imagen en medicina, o, lo que un geek apreciará especialmente, conseguir unos sensores de movimiento para consolas mucho más sensibles y fiables.
La técnica ya ha sido bautizada como nanografía por sus creadores. Básicamente es una cámara 3D que dispara un rayo de luz y mide el tiempo que ese rayo tarda en reflejarse sobre un objeto y volver al sensor (lo que llaman «Time of Flight»), con lo que puede definir en tiempo real la posición y la forma que tienen los objetos. El sistema es muy parecido al de Kinect 2.0 de la Xbox One pero mucho más precisa y funciona incluso con nieve, lluvia, niebla y con objetos translúcidos.
No es la primera vez que estos mismos investigadores trabajan con la captura de imágenes. En 2011 ya consiguieron desarrollar un sensor que podía procesar nada menos que un billón de imágenes por segundo. Lo consigieron gracias a un sistema parecido al de la nanografía, que disparaba y analizaba un rayo cada femtosegundo (la milbillonésima parte de un segundo). De ahí que en ese caso lo llamasen femtofografía.
El avance que nos presentan dos años después consiste no solo en una velocidad mucho mayor, sino en un enorme ahorro de costos. La cámara de femtofografía costaba medio millón de dólares, mientras que la de nanografía cuesta solo 500 dólares. Este ahorro es posible gracias a que esta máquina utiliza un software que se usa habitualmente en la industria de las telecomunicaciones, y que reemplaza a los muchos y carísimos aparatos que tenían que utilizar con la femtofografía.