El gigante estadounidense Apple se enfrenta a Samsung, una de las principales empresas surcoreanas dedicadas a la producción de «smartphones», entre otras cosas. Y las preguntas a resolver en este juicio son muchas y variadas: ¿Copió el Samsung Galaxy al iPhone?, ¿el iPhone copió al Galaxy?, ¿el iPhone se copió a si mismo?, ¿será que Apple quiere deshacerse de cualquier posible competencia y así apoderarse del mercado?, ¿quién eres tú?, ¿quién soy yo?…
Los inicios de este cara a cara entre los grandes de la producción de dispositivos portátiles comenzó hace varios años con el CEO de Apple, Steve Jobs, atacando a Android, el sistema operativo de Google, y es que esta persecución encabezada por Apple lleva produciendose bastante tiempo. Bueno, tampoco son los únicos que se meten en esta guerra de patentes.
Había fotos mejores, pero nos gusta la plastilina. Fuente.
Samsung vs Apple, ¿Qué es exactamente lo que se juzga?
Corría el año 2011, vivíamos tranquilos y felices hasta que un desafortunado día en abril leímos un titular que nos helaba la sangre: Apple había demandado a Samsung bajo las acusaciones de plagio en los diseños y experiencia de uso en el iPhone y el iPad en nada más y nada menos que en 22 de sus productos. Obviamente, Samsung no se quedó de brazos cruzados frente a este ataque y le devolvió la demanda a Apple por la violación de alguna de sus patentes.
Samsung alega que estuvo trabajando en el desarrollo y los diseños de su línea de smartphones antes del año 2007, cuando Apple lanzó su primer iPhone al mercado.
Om nom nom nom nom. Fuente.
¿Qué exige Apple y qué exige Samsung?
Perder el dominio total del mercado duele, y es por eso que Apple pide como indemnización 2.530 millones de dólares cifra que, por otra parte, podría multiplicarse por tres en el caso de que el juez dictamine que Samsung copió premeditamdamente el diseño de los productos de Apple. Además, Apple quiere prohibir la venta de los modelos Galaxy de Samsung en EEUU, lo que causaría graves estragos económicos en la marca surcoreana.
Por su parte Samsung pide cobrar unos royalties exclusivos por cada unidad de iPhone que se venda, en concreto un 2,4% del precio total del producto.
¿Cuáles serán las consecuencias de este juicio?
Como mencionabamos anteriormente, las consecuencias que pueda tener este enfrentamiento legal para las dos compañías no son meramente económicas, también implicará tener que manejar el orgullo y ceder la ganadora frente a la perdedora. En ambos casos, el que va a salir peor parado va a ser el consumidor, ya que si el jurado falla en favor de Samsung se encarecerán los precios de los iPhone, y en el caso de que se falle en favor de Apple, habrá dispositivos que desaparezcan del mercado (por ahora solo en EUU).
Seguiremos atentos a este juicio, del que tardaremos meses en saber el resultado.